lunes, 20 de septiembre de 2010

Hasta siempre, abuelo

Ya ves, que fuimos agrietando los muros mantenidos. No lo sé, ya ves.
Ya ves, que estamos añorando unos niños perdidos. No lo sé, ya ves.
Ya ves, qué voces diferentes se cruzan en el alba buscando la verdad.
Ya ves, que fuimos puente herido, de abrazos detenidos, por ver la libertad.
Recuérdame, como un árbol batido, como un pájaro herido, como un hombre sin más.
Recuérdame, como un verano ido, como un lobo cansino, como un hombre sin más.