El disco es una prueba palpable de lo que puede dar de sí una gaita de boto aragonesa. Y toca muchos palos: sonidos mikeoldfieldinos, valses, jotas, rumbas, marchas, baladas, piezas en modos poco habituales, sonidos monegrinos con el más puro sabor del Dance aragonés... Música moderna pero que no deja de ser un referente de cara al futuro, una muy buena propuesta para ampliar lo que una "simple" gaita puede abarcar. Como él mismo indica: chitos que han crecido y que pueden servir para que otros los tomen y los rechiten.
Gran trabajo del becario, que a este paso nunca pasará el examen de nivel. Como chitos que somos, plantados hace años a la intemperie de la música aragonesa y mecidos por los diferentes vientos de esta tierra de fuertes vaivenes, absorberemos el alimento que se nos ofrece para poder seguir creciendo y fortalecer las raices que nos mantienen fuertes. Delicioso alimento este disco.
